domingo, 20 de noviembre de 2011

Alojamiento Parte II: West Kensington

Después de nuestra primera semana en el hostal, tocó cambiar de alojamiento. En el hostal no es que no estuviéramos bien, lo que pasa es que era muy caro y, por Halloween, las reservas estaban completas, así que, quisiéramos o no, teníamos que irnos.

Por suerte, en la academia de Silvia preguntamos por alojamiento y nos ofrecieron un estudio en West Kensington, bastante cerca del hostal, por 220 libras la semana. Sigue siendo caro, pero era más barato y muchísimo más cómodo.

La mudanza esta vez fue fácil -no puedo decir lo mismo de la tercera mudanza, pero ya hablaré de eso más adelante-, a tan solo dos paradas de metro, de Hammersmith Station a West Kensington. Tampoco resultó difícil encontrar el lugar una vez bajados del metro.

La habitación tenía una cama doble, dos mesitas con lámparas -lámparas que, por cierto, nunca usamos-, baño completo, cocina y nevera. Allí estábamos como dioses, pero también teníamos fecha de caducidad, ya que solo podíamos quedarnos mientras Silvia estuviera en el curso, lo cual eran dos semanas, aunque finalmente conseguimos una prórroga de otra semana, lo que suma una estancia de tres semanitas.


La lavadora la teníamos fuera de la habitación, pero no suponía ningún problema, seguía estando cerca.

Allí conocimos a Lemy, un inglés de orígen africano que estudió económicas -casualidades de la vida- y que está haciendo ahora un máster de econometría -sí, sabe lo que es el Eviews-. Lemy tenía una especie de acuerdo con el propietario de la residencia mediante el cual conseguía la habitación tirada de precio a cambio de tratar con los recién llegados -enseñarles su habitación, las lavadoras y cocinas...todo eso- y servir de intermediario ante cualquier problema o dudas.
También conocimos a Lola, una murciana que estudia inglés en la misma academia que Silvia.
Además conocimos a otra gente con la que tuvimos bastante menos trato, como un holandés que estaba estudiando cine y tenía la intención de dirijir una película, o un italiano que estaba acabando de estudiar empresariales y había venido unos meses a practicar inglés.

Cerca de la residencia teníamos un Tesco y un Sainsbury's. Un pelín más lejos, a unos 10-15 mins de bus, encontramos un Iceland, que resultó ser un gran descubrimiento, dado que tiene gran variedad de comida y a muy -muy, muy- buenos precios, como por ejemplo dos sobres de pasta por una libra.
En la misma calle del Iceland ponen cada día un mercadillo -en el que nunca estuve-, pero al que Silvia fue una o dos veces a comprar algo de fruta. Pero bueno, lo de los mercados es algo típico aquí, todos los barrios tienen uno, aunque el más espectacular que he visto por ahora es el Camden Town Market -ya habrá entrada sobre esto, porque es brutal ese mercado-.

En fin, la zona era bastante buena, bien comunicada y segura, y la habitación era amplia y tenía de todo. Lo que más echo de menos ahora es tener la cocina en mi habitación, sin compartirla con nadie :(
Bueno, os dejo algunas fotos más para que lo veais.





3 comentarios:

  1. Qué pequeñita casa más apañada. Me alegra saber que estáis bien ;) Ya nos contarás la tercera mudanza. ¿Vendréis en Navidad? Un beso.

    ResponderEliminar
  2. En navidad creo que no iremos porque los billetes de avión son una burrada de caros, y para estar tres o cuatro días no merece la pena gastarse casi 400 euros cada uno, pero iremos en cuanto acabe navidad para estar al menos una semana entera, que ahí los billetes vuelven a la normalidad.

    ResponderEliminar